Él es ‘Rakus’, el primer orangután identificado que usa plantas medicinales para curarse
Un orangután de Sumatra acaba de desafiar las teorías de comportamiento de los grandes simios. Un grupo de investigadores captó el momento en que el espécimen trituró una planta con propiedades medicinales para curarse una profunda herida en su rostro. Hasta ahora, solo había registros anecdóticos de aplicación de cataplasmas en chimpancés.
El macho orangután vivía en un parque nacional protegido de Indonesia. Los primatólogos siguen la huella de ‘Rakus’, su nombre, prácticamente desde que nació. En junio de 2022, un asistente de campo verificó que al simio le faltaba una parte considerable de almohadilla de mejilla. Los médicos estimaron que la herida probablemente fue producto de una mordida de otro macho, en una de la clásicas peleas por establecer el dominio.
Los primatólogos iniciaron el seguimiento de ‘Rakus’ para verificar que todo estuviera en orden. El equipo pudo ver cómo el orangután se aproximó a las enredaderas akar kunning (Fibraurea tinctoria) para llevárselas a la boca. El comportamiento llamó de inmediato la atención. Ningún simio se acerca a esa planta en particular, aunque la población humana local sí la usa para curar afecciones básicas como la malaria, la disentería e incluso tratar la diabetes.
‘Rakus’ no se tragó las enredaderas. Con sus dientes molió las hojas para conseguir que estas extrajeran jugo. Luego, untó el líquido de esas plantas medicinales sobre su mejilla lastimada. Además usó la trituración de Fibraurea tinctoria para colocársela sobre la herida, aparentemente para impedir que las moscas y otros insectos carroñeros se pararán en ella. Este tratamiento se lo aplicó a sí mismo durante días.
Las hojas de las enredaderas que eligió ‘Rakus’ tienen propiedades analgésicas y antipiréticas que combaten la fiebre. En un estudio más profundo a la planta medicinal se encontraron furanoditerpenoides y alcaloides de protoberberina, compuestos que tienen aplicaciones antibacterianas, antiinflamatorias, antifúngicas y estimulan la cicatrización.
En los 21 años de estudios y 28,000 horas de observación a la población local de primates, no hubo registro de un comportamiento similar. Los expertos aseguran que la conducta no pudo provenir de los especímenes protegidos en el parque ni de aquellos que vivían de forma silvestre en el bosque de Sumatra. El orangután es probablemente el único simio de la zona que posea esa rutina y comprenda las implicaciones de un autotratamiento.
‘Rakus’ ha curado sus heridas, así que los primatólogos ahora se encuentran reflexionando sobre el origen de esta conducta. Están seguros que el tratamiento fue intencional y que, de alguna manera, el simio sabía qué esperar de su aplicación. No obstante, la capacidad demostrada del animal no los ha sorprendido. Recientes estudios a grandes simios indican que pueden heredar conocimiento cultural mientras que son excelentes aprendiendo comportamientos mediante la observación.
Su mejor teoría hasta el momento es que los orangutanes han llegado a concluir por sí mismos que las hojas de la Fibraurea tinctoria son buenas para curar el dolor, aunque no les guste su sabor. En palabras de los investigadores, lo que inició como una “innovación individual accidental” pudo terminar como un conocimiento compartido entre la población de primates. Ahora el equipo debe investigar en dónde está ese grupo, con el conocimiento en remedios naturales, que le enseñó a ‘Rakus’ a curarse.
“Hasta donde sabemos, este estudio es la primera documentación sistemática del supuesto tratamiento activo de heridas con una sustancia vegetal biológicamente activa en grandes simios y otras especies no humanas”, finaliza el reporte.