Temporada de extorsiones
Llegamos a la temporada del año donde más extorsiones se realizan a la población y para eso hay que atender a las recomendaciones de los cuerpos de seguridad del país.
De entrada hay dos formas de extorsión: la personal, donde los delincuentes acuden al domicilio, trabajo o negocio de la o las víctimas y la indirecta que se comete a través de medios de comunicación como el teléfono celular y las redes sociales.
En el caso de las llamadas, las historias más comunes a las que se recurre es que te ganaste un premio y para recibirlo debes pagar una cantidad de dinero; la segunda que a un familiar tuyo le pasó algo y tienes que realizar un depósito a fin de auxiliarlo; la tercera, que quien recibe la llamada debe que pagar cierta cantidad, entregar bienes materiales o depositar dinero y la cuarta que alguien se hace pasar por un familiar y finge estar secuestrado.
En todos los casos lo inmediato a hacer es colgar o interrumpir la comunicación; no esperar instrucciones. Por lo tanto, no dar información, no intentar entablar conversación con quien llama, tampoco querer cuestionarlo, confrontarlo o discutir. Acto seguido hay que llamar al 089 o 911 para denunciar el número telefónico que hoy en día queda registrado en la mayoría de los aparatos.
Los delincuentes buscar tomarte por sorpresa, tratan de generar angustia y temor con el tono violento con que hablan y están concentrados en confundirte. Para ellos, ganar dinero fácil es a través de amenazas y engaños. No caigas en su juego. Cuelga. La extorsión telefónica es prevenible y no implica un riesgo real para la víctima.