Si algo debemos tener muy presente en estas fechas es no manejar después de haber consumido bebidas embriagantes. Y es que el alcohol es una sustancia que afecta la función del cerebro, el pensamiento, la capacidad de razonar y la coordinación muscular que son habilidades esenciales para operar un vehículo de manera segura.
Primero se empieza con un poco de pérdida de juicio, relajación, ligero calor corporal y estado de ánimo alterado para luego pasar a un comportamiento exagerado, pérdida de control en los músculos, juicio alterado y alerta disminuida. Finalmente, se está frente al deterioro claro del tiempo de reacción y equilibrio.
Los cargos por incumplimiento de las normas van desde delitos menores a delitos graves; en México al manejar en estado de ebriedad se recibe una condena de seis meses a un año de prisión, multa y suspensión por un año del derecho a conducir, de acuerdo con el Artículo 171 del Código Penal Federal.
De esta manera, las principales acciones de los conductores en esta temporada decembrina son la ingesta de alcohol, el exceso de velocidad y la violación al reglamento de tránsito en tanto que el índice de accidentes viales con consecuencias mortales aumenta 30 por ciento.
Sé tiene que ser responsable al manejar. Si tomas, no manejes. Así evitarás fatalidades.
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