Saldívar en el ojo el huracán
El ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Saldívar, está en el ojo del huracán.
Sobre el expresidente del Poder Judicial federal pesan acusaciones de corrupción y la creación de una red para ejercer presión sobre jueces y magistrados. La Suprema Corte y su actual presidenta, Norma Piña, decidió investigar los señalamientos, anónimos hay que decirlo.
El ministro Saldívar salió al paso de las acusaciones y asegura que se trata de una venganza política. Que no hay sustento ni pruebas.
En el momento político-electoral en el que estamos, desde luego que esto pasó a ser un tema de campaña política.
El ministro Saldívar bien haría en dejar que la investigación se realice, que avance y saque sus conclusiones. Si está seguro de que no hay nada que esconder, saldría limpio, victorioso y hasta fortalecido. El que nada debe, nada teme, dice el adagio popular.
El caso ya es parte de la campaña electoral. De los contrastes entre las dos opciones más más claras rumbo a la presidencia.
La Corte tiene la obligación de investigar. Y de hacer públicos sus resultados. Los que sean, porque el máximo tribunal debe ser, ante todo, imparcial.