Hoy cae la bendita primera quincena de enero. Y aparte de eso viene con incremento de 20 por ciento al salario mínimo. Es el resultado de un acuerdo logrado por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos donde confluyen gobierno, patrones y trabajadores. El monto de incremento es de 207 pesos para llegar a 248.93 al día para quienes ganan un salario mínimo, lo que hace al mes siete mil 468 pesos. Pero esta cantidad no alcanza para vivir despreocupado, menos para acceder a la variedad de productos disponibles y calidad de vida. El gobierno dice que se podrá comprar la canasta básica pero, ¿esto es real?
Esta situación deplorable se expande porque no hay posibilidad de ahorro y menos para la jubilación o una emergencia. Ayudarían los otros cinco mil pesos que reciben los que forman parte del salario digno en México que es de 12 mil pesos, en cifras cerradas. Sin embargo, aún con los millones de mexicanos que viven con el salario mínimo, se tiene que reconocer que en este sexenio aumentó el 110 por ciento y, por otro lado, que México es el sexto país con el salario mínimo más alto de Latinoamérica. Es necesario pues seguir aumentando el salario mínimo porque es insuficiente y tiene que haber más políticas públicas que dignifiquen el trabajo; falta también garantizar que productos y servicios no aumenten. El salario es muy esperado por los mexicanos pero deprimente para los que reciben el mínimo aunado a que, de ninguna manera, ayuda para superarse o salir de la pobreza.
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