Hoy lunes se conmemora el Día Mundial del Hambre y aunque no guste a muchos visualizar este problema, la realidad es que en el mundo hay más de 250 millones de personas con niveles agudos de hambre o de gente que está al borde de la inanición. Su condición los lleva a padecer diferentes enfermedades que los pueden llevar a la muerte.
Y ya lo hemos dicho en otras ocasiones que quienes más desperdiciamos alimentos somos tú y yo en nuestro hogar; pongámonos a ver cuánta comida preparamos o compramos, si nos la terminamos o qué hacemos con ella; le siguen los restaurantes. Por otro lado está que no se ha resuelto la logística para hacerle llegar a los más vulnerables comida. Así, enfrentaremos el año 2030 con fracaso a la intención de la ONU de poner fin al hambre, lograr seguridad alimentaria, la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible.
Por cierto, en esto de la sustentabilidad más vale que le vayamos poniendo atención a la manera en que nos alimentaremos en el corto plazo porque la tendencia es que en nuestra dieta incluyamos alimentos que estén en armonía con el medio ambiente, así lo que se busca es bajarle a la producción de carne y optar por insectos que tengan proteínas y nutrientes. Asimismo, se prevé el aumento del consumo global de frutas, verduras, nueces y legumbres. Una alimentación para todos y de manera sostenible es clave para el futuro del planeta.
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