Los animales también han sido protagonistas de la historia universal; su rareza, el principal aspecto estudiado
Pese a que durante mucho tiempo estuvieron ocultos en las narrativas y fueron considerados irrelevantes, los animales han sido objeto de estudio y protagonistas de sucesos de la historia universal, afirmó María Eugenia Constantino, profesora-investigadora de Southern New Hampshire University, quien inició el ciclo de conferencias «Los animales en la época colonial», organizado por El Colegio Mexiquense con la coordinación e iniciativa de la historiadora Carolina Yeveth Aguilar García.
En la conferencia titulada «Siguiendo huellas. Animales y coleccionismo en Nueva España, 1790», la estudiosa hizo un repaso erudito, amable y directo del nacimiento de los llamados gabinetes en los que se reunieron las primeras colecciones de animales que habitaban el territorio de Nueva España, con énfasis en lo que puede considerarse el primer museo de historia natural en estas tierras, creado por José Longinos Martínez a fines del siglo XVIII.
Analizar las colecciones que se hacían hace siglos permite descubrir hilos de la madeja en materias como el género, por el papel que se daba a las mujeres en la reproducción o acabado de las ilustraciones de los especímenes, el cambio climático, la veterinaria y la biología, y de ahí que sea relevante el esfuerzo de El Colegio Mexiquense por recuperar la historia de los animales y ponerla en el tintero con categorías de análisis contemporáneo, porque son relevantes para los problemas de hoy, explicó.
Constantino compartió que estudiar las historias naturales de los animales en la Nueva España y el coleccionismo busca atender temas poco trabajados, salvo por lo que se ha hecho desde la antropología y la arqueología o bien en la historia del arte, pero no en la historia de la ciencia, que fue la perspectiva que usó para su disertación de las colecciones reunidas en gabinetes que se empezaron a diversificar hasta bien entrado el siglo XIX.
Esos espacios eran visitados sobre todo por hombres y estudiosos de la historia natural, y permiten, al mirar hacia atrás, ver problemas contemporáneos, hacer comparaciones y contrastes, analizar los medios de conservación, los animales que han desaparecidos, los ambientes y los ecosistemas, así como hacer frente a lo que hemos hecho con las ciudades, abundó la investigadora.
En su exposición fueron recurrentes las referencias a la Real Expedición Botánica a la Nueva España que guiaron José Mariano Mociño y Martín de Sessé, las ilustraciones en dibujos y grabados que se hicieron a lo largo de un periodo muy dilatado, muchas veces de oídas porque el dibujante no podía ver al animal, e igualmente la forma como los gabinetes de colecciones fueron diversificando lo que guardaban, tanto como la forma de conservarlo.
La doctora María Eugenia Constantino dijo que hasta hoy, la mayoría colecciona algo, pero tanto en Nueva España como en Europa, , llamaban la atención el exotismo y la rareza los animales, reflejados en ilustraciones inspiradas en el Arca de Noé y el Edén, como en un grabado de Atanasius Kircher de 1675.
Mencionó los jardines botánicos de Padua (todavía existe), el Isabelino, el de Uppsala y el de Madrid, pero en particular el creado en la capital de Nueva España por José Longinos Martínez.
La estudiosa habló de situaciones actuales relativas al lugar que le damos hoy a los animales, como el caso de la jirafa trasladada desde Chihuahua, espacios como el aviario «El Nido», en el Estado de México, cuya reapertura ha sido demandada por diversas personas y las corridas de toros que reiniciaron en la capital del país, temas todos visibles gracias a que también podemos mirar hacia atrás, abundó.
Habló asimismo de la agencia política y la relevancia simbólica de los animales en los tres siglos de los que dio ejemplos, llevó a los asistentes a la conferencia al trabajo remoto de Francisco Hernández, protomédico del rey, a la expedición realizada de 1571 a 1577 en busca de plantas y remedios para enfermedades como la sífilis o los problemas estomacales, y después presentó grabados de Olae Worm, Ferdinando Cospi, Francesco Calzolari y Kirchen.
Detalló el trabajo de Juan de Dios Vicente de la Cerda y Atanasio Echeverría, los jóvenes estudiantes de la Academia de San Carlos que se unieron a los viajes de los expedicionarios Mociño y De Sessé para hacer ilustraciones de la magnífica obra La Real Expedición Botánica a la Nueva España, coeditada por Siglo XXI y la UNAM, en cuyo último volumen participó El Colegio Mexiquense.