Investigadores de la FES Cuautitlán encuentran clenbuterol en alimentos
En un esfuerzo por abordar el problema del dopaje deportivo y garantizar la seguridad alimentaria, el Dr. Benjamín Velasco Bejarano, investigador de la FES Cuautitlán, ha liderado un estudio que revela la presencia de clenbuterol en productos cárnicos, gelatina y salchichas.
Este fármaco broncodilatador, ilegalmente utilizado en el sector ganadero para aumentar el peso de los animales, ha sido identificado en muestras de tejido bovino, con implicaciones para la salud pública. La contaminación con clenbuterol puede causar intoxicaciones graves con síntomas como dolor de cabeza, taquicardia y náuseas.
A pesar de que el uso de clenbuterol para engordar ganado es ilegal en México, persiste, como lo evidencian informes recientes de la Secretaría de Salud de Tabasco, que informó 15 casos de carne contaminada en varios municipios. Situaciones similares se han reportado en otros estados.
El estudio, llevado a cabo en diferentes mercados, detectó la presencia de clenbuterol en diversas partes del cuerpo del ganado, desde músculos hasta órganos internos. Además, se examinaron gelatinas y salchichas, encontrando que más del 50% de las gelatinas analizadas contenían rastros de clenbuterol.
A pesar de la normativa existente sobre grenetinas, este hallazgo destaca la necesidad de regulaciones más rigurosas. También se desarrolló un método para identificar clenbuterol en salchichas, revelando su presencia en el 73.3% de las muestras analizadas.
El clenbuterol encontrado en estos alimentos es resistente a altas temperaturas, lo que significa que no se elimina durante el proceso de cocción. Esto plantea preocupaciones de salud, especialmente para los niños, ya que algunas muestras excedieron las ingestas diarias máximas recomendadas.
Además de los riesgos para la salud, el estudio destaca la conexión con el dopaje deportivo. El clenbuterol ha sido un problema persistente en el ámbito deportivo mexicano, con numerosos atletas sancionados por su uso. El equipo de investigación trabaja en identificar marcadores metabólicos que puedan ayudar a distinguir entre el dopaje intencional y la contaminación alimentaria.
Este estudio destaca la necesidad de un etiquetado preciso y regulaciones más estrictas para garantizar la seguridad de los productos cárnicos y proteger tanto la salud pública como la integridad en el deporte.