Tener un estilo de vida saludable, con una alimentación balanceada, lejos del alcohol y el cigarro, ayuda a reducir el riesgo de padecer cáncer de mama, así lo informó Gabriela Torres Mejía, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública.
En donde llevaron a cabo un estudio con dos mil mujeres, 50 por ciento con vida sedentaria y una dieta occidental y el porcentaje restante con un sano estilo de vida, y tras varias revisiones, se llegó a la conclusión de que las mujeres sedentarias son más propensas a padecer de cáncer de mama.
Agregó que de 10 mujeres con diagnóstico de cáncer de mama, al menos cinco llegan a los consultorios en estados avanzados de la enfermedad, de ahí la importancia de llevar a cabo chequeos constantes.
A decir de la experta, cuando el tratamiento y el diagnóstico de cáncer de mama se da en tiempo y forma, 9 de cada 10 mujeres sobreviven a la enfermedad.
Gabriela Torres Mejía, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública, recomendó a la población realizarse una mastografía al menos una vez, cada dos años, después de los 40 y autoexploraciones una vez al mes.
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