El pago de impuestos
Ahora que sabemos que México ocupa el último lugar en la recaudación de impuestos de los países que integran la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, vayamos preguntándonos porqué lo hacemos y porqué tenemos que dejar de hacerlo. En el primero de los casos, las voces recurrentes para no pagar impuestos es que existe desconfianza de a dónde va a parar el dinero pues los casos de mal uso de los recursos públicos son frecuentes y por otro lado, no se invierte en obras y acciones que impacten la vida de las personas; otras causas es que no se generan los suficientes ingresos para pagar los gastos de un contador o, simplemente, se gana poco como para destinar dinero a los impuestos.
Pero también hay que decir que la Secretaría de Hacienda no pone las cosas fáciles y accesibles empezando por las engorrosas formas fiscales y el tiempo que se destina para el llenado.
En el segundo de los casos, debemos pagar impuestos si es que queremos garantizar la salud pública, la educación gratuita, la seguridad, las pensiones, la atención a la pobreza y desigualdad, las obras públicas y los bienes y servicios públicos.
A nadie nos gusta pagar impuestos pero el Estado no existe sin recursos. Lo que en su lugar debemos exigir es transparencia y rendición de cuentas en la forma en que se recauda el dinero y el manejo que se le da. Y algo muy importante es que la evasión fiscal es un delito con prisión para cantidades grandes en tanto que para el resto aplican multas. Tenemos pues el deber de contribuir.