Campañas polarizadas
Esta semana inician las campañas electorales federales.
La campaña presidencial, sin duda, tendrá la mayor atención y también la mayor tensión.
Ya hoy se vislumbra que tendremos campañas polarizadas. Blanco o negro. Lucha frontal entre dos de las tres opciones políticas que veremos en las boletas el 2 de junio. La pugna de Morena y sus aliados contra la oposición priista-panista-perredista.
Hoy, las redes sociales y los sistemas de mensajería instantánea están llenas de mensajes en los que las personas y los robots se pronuncian en favor de uno u otro polo de la disputa. Y lo hacen de la manera más acre y dura posible, con descalificaciones e insultos, así como hay dulzura y zalamería para sus preferencias.
Y eso que parece normal en una competencia política, genera un escenario en el que el ciudadano o ciudadana que no está involucrado directamente en la política, se siente intimidado. Por lo tanto, prefiere no participar en la discusión y eventualmente tampoco en el ejercicio del sufragio. Así, lo que parece una justa política de alta competencia, deriva en poca participación ciudadana.
Hasta ahora, nada hay en el escenario que lleve a pensar que el tono de las campañas cambiará. Por lo tanto, el presagio lleva a pensar en el abstencionismo. Y ese fenómeno, le favorece al poder.