Al último día
Este lunes terminó el plazo para tramitar la credencial de elector por primera vez, reemplazarla por pérdida de vigencia o para corregir algún dato.
Y, para hacerle honor a nuestra bien ganada fama, cientos sino es que miles de mexicanos se han apostado en los últimos días en las oficinas del Instituto Nacional Electoral para hacer el trámite correspondiente. Porque los mexicanos dejamos las cosas para el último momento. Verificación, pago de impuestos, trámites, gas, electricidad, y un largo etcétera. Si lo podemos hacer mañana, lo hacemos mañana. O pasado mañana. Hasta que ya no hay tiempo.
De modo que las filas no son causalidad. No hay por qué quejarse: elegimos esperar hasta el último día y hay que pagar un costo, representado en horas y horas de filas o la alta posibilidad de que no podamos concluir el trámite.
Los mexicanos procrastinamos. Es decir, dejamos las cosas para mañana. Y los especialistas dicen que la procrastinación no es un defecto del carácter o una maldición misteriosa, sino una manera de enfrentar el desafío y el estado de ánimo negativos que, en este caso, nos causa pensar en la tarea de enfrentar a la burocracia electoral. Es un problema de emociones, no un problema de administración del tiempo.
Por cierto, para reponer por robo o extravío, la fecha límite para obtener la credencial para votar es el jueves 8 de febrero de 2024. Para solicitar una reimpresión, el límite es el lunes 20 de mayo.