Ante la problemática del desabasto de agua, se debe realizar un análisis para empezar a poner condiciones sobre del derecho al agua, y evitar que sea utilizado de manera corrupta, ya que los tiempos han rebasado para declarar una emergencia hídrica, afirmó la presidenta de la Comisión de Recursos Hídricos de la Cámara de Diputados, Beatriz García Villegas.
“Ya nos rebasaron los tiempos para hacer una declaratoria de emergencia hídrica, desde que empezó la sobreexplotación por lo menos de la cuenca del Valle de México sabíamos que esto iba a tener un desenlace catastrófico, sin embargo, ha seguido la explotación como es hasta el día de hoy, pero lamentablemente ya no solamente es la cuenca del Valle de México, estamos viendo que ya es en las demás cuencas, y lamentablemente el tema del alza de temperaturas, a lo que se le han denominado el cambio climático, no ayuda”.
En este momento no serviría hacer una declaración de una emergencia hídrica ya que la emergencia se puede atender, afirmó, pero en este caso, no sólo es atender el tema, sino resolverlo.
“Lo que sí tenemos que empezar a hacer es un tema de resiliencia hídrica, y el tema de residencia hídrica es lo que hemos venido haciendo dentro de la Comisión; en un principio dijimos necesitamos hacer un corte de caja, llamamos especialistas y les dijimos: qué tenemos. O sea, de lo que ya tenemos ahorita, como son qué tenemos en cada una de nuestras cuencas, para cuánto nos alcanza, (…) no es únicamente de los ciudadanos, los grandes consumidores no se han sumado y queremos que los grandes consumidores se sumen”.
En este momento es importante hacer esa evaluación para ver un panorama alentador, y lo que nos ocupa, por ejemplo, es ver desde el tema municipal cómo están los pozos, o bien, responderá la pregunta sobre, si hay sequía o hay saqueo, ya que los expertos coinciden en que hay ambas cosas, pues si bien existe el tema ambiental por la sequía pero, también existen los malos usos por de la corrupción en el tema hídrico, ya que el saqueo en algunos municipios con la venta de pipas genera vulnerabilidad en donde tal vez no existe crisis hídrico, provocado por quienes se han visto beneficiados.
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