Venimos de un país con muchos excesos de políticos y gobiernos. De abusos y de burdos intereses que redundaron en una práctica política sesgada.
Por eso la legislación electoral prevé que a partir del inicio de las campañas electorales haya una veda. Que implica que el trabajo de la administración pública en todos los niveles baje de intensidad, que se cuiden con alfileres las acciones y los mensajes, que la comunicación gubernamental se reduzca el mínimo.
Y eso origina comportamientos absurdos.
Por ejemplo: la noche del miércoles y la madrugada del jueves, Toluca tenía un aroma a quemado. Y un panorama de humo.
Y fue imposible saber el dato oficial acerca de la contaminación en la zona metropolitana de la capital mexiquense. La veda electoral está por encima del derecho a la información. La Secretaria del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible del gobierno del estado, a cargo de Alhelí Rubio Arronis, modificó desde hace una semana el acceso a la información de la Red de Monitoreo Atmosférico y dejó un mensaje que los contenidos de esta página fueron modificados en cumplimiento a las disposiciones legales con motivo de las campañas electorales. Y que está prohibido el acceso. Hoy, la página muestra un mensaje de mantenimiento.
La decisión raya en el ridículo, porque se privilegia la legislación electoral por encima de la salud, el bienestar y el derecho a la información. Pero los políticos son lo que son, a ellos les interesa la política y las elecciones. Lo demás, incluyendo la salud, puede esperar.
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