Fabelistas
Pasó casi desaparecido entre la comentocracia, pero el pasado fin de semana el gobierno de la cuatro te en el estado de México, la administración de Morena de la gobernadora Delfina Gómez Álvarez se asumió como heredera de la ideología del creador del Grupo Atlacomulco. Ni más ni menos.
El discurso del secretario general de Gobierno, Horacio Duarte Olivares, que estuvo en Atlacomulco para conmemorar el aniversario número 142 del natalicio del ideólogo y mítico líder del Grupo Atlacomulco, Isidro Fabela Alfaro, hizo suyos los principios fabelistas.
Textualmente dijo: “hoy la Cuarta Transformación reivindica a Isidro Fabela Alfaro, porque estoy seguro que Fabela sería un hombre de la transformación, hoy más que nunca las distintas expresiones políticas estamos llamados a formar un bloque unido y trabajar, como lo hizo Fabela, por las luchas históricas del pueblo mexiquense”.
Duarte Olivares agregó que “el gran legado de Isidro Fabela” está presentes en los gobiernos del presidente Andrés Manuel López Obrador, de la gobernadora Delfina Gómez Álvarez “y muy pronto de la virtual presidenta electa, la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo”.
A Isidro Fabela se le atribuye la creación del Grupo Atlacomulco, de cuya prosapia el Estado de México tuvo gobernadores durante casi un siglo. Fabela nació en Atlacomulco. Cursó sus estudios en la Escuela Nacional de Jurisprudencia. Participó en 1909 en el Ateneo de la Juventud junto a personajes como José Vasconcelos, Antonio Caso y Alfonso Reyes. Fue sucesivamente maderista y carrancista. Venustiano Carranza lo nombró en 1914 secretario de Relaciones Exteriores, además de representante de México ante la Liga de Naciones. De 1942 a 1945 fue gobernador del Estado de México y entre 1946 y 1952 fungió como juez de la Corte Internacional.
En la política mexiquense y nacional impulsó a sus amigos, parientes y paisanos: Alfredo del Mazo Velez, Salvador Sánchez Colín, Juan Fernámdez Albarrán, Carlos Hank González, entre otros… y se recuerda su papel de pacificador ante las facciones políticas que se disputaban a sangre y fuego —literalmente— el poder de la entidad mexiquense. Fue el hombre que creó los conceptos de unidad, disciplina e institucionalidad que desde hace más de medio siglo caracterizan a los políticos de esta entidad federativa llamada México.
Porque a diferencia de lo que sucede en otros estados del país, aquí la clase política y gubernamental privilegia la institucionalidad. Es visible que pese al cambio de partido en el Poder Ejecutivo estatal, los representantes de los poderes mantienen un carácter orgánico, articulado, dispuesto a la colaboración. Y unidos.
Así que sí, sorprende que la cuatro té asimile los principios o ideales de quien germinó un grupo político que gobernó la entidad casi un siglo y algunos de cuyos integrantes expoliaron sus recursos públicos. Aunque Fabela fue un estadista, un promotor del derecho, la justicia, la unidad, la neutralidad, la elevada moral pública. Solidario, humanista y anti imperialista. Y vista su obra es sencillo identificarse con su ideario.