El problema de la obesidad, no solamente trastoca la vida física de las personas, sino también la emocional, de acuerdo con el Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, el 35% de los pacientes que padecen obesidad tienen también transtornos depresivos o ansiosos y seis de cada 10 pueden tener conductas alimentarias en detrimento de su salud.
Las modificaciones en el estilo de vida, el estrés en los problemas psicosociales pueden detonar también temas de obesidad, se estima que el 55% de los casos las personas comen por la llamada “hambre emocional”.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición que publica el Inegi a lo largo de la última década en México el 75% de las personas mayores de 20 años, tienen algún grado de obesidad o sobrepeso, afectando a más de 50 millones de personas en todo el país.
De esta manera se ha catalogado a la obesidad como una enfermedad crónica de esta generación, por lo cual la aplicación de hábitos nutricionales desde la edad temprana se convierte en un punto indispensable para mantener la salud de la población.
En el caso de los hombres en la prevalencia de obesidad supera al de las mujeres, el 76.8% de los hombres entre 40 y 60 años pueden tener un índice de obesidad que ponga en riesgo su salud.
Adicional a esto y recomendaciones para utilizar suplementos alimenticios, tratamientos farmacológicos que aceleren la pérdida de peso, pero fundamentalmente los hábitos nutricionales que permitan tener un mejor estado de salud.
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