Durante la Semana Santa, el Estado de México ofrece una variada oferta de turismo religioso que permite a los visitantes sumergirse en la historia, cultura y tradiciones de la región.
Uno de los destinos más destacados es la monumental Virgen de Guadalupe en Ocuilan, ubicada cerca del Santuario del Señor de Chalma. Esta imponente estatua es el cuarto monumento religioso más grande de México y el más grande del mundo dedicado a la Virgen de Guadalupe.
Para llegar hasta ella, los peregrinos deben ascender aproximadamente 640 escalones, considerado por muchos como un acto de penitencia o manda, y representa el camino hacia el Santuario del Señor de Chalma.
En el municipio de Ocoyoacac, se realiza una representación tradicional de la vida y muerte de Jesucristo, llevada a cabo por el grupo de Semana Santa en Ocoyoacac, que cuenta con más de 70 años de historia.
Esta emotiva representación se presenta a través de 52 escenas bíblicas, ofreciendo una experiencia conmovedora para los espectadores. Este año, los visitantes podrán disfrutar de esta representación el jueves 28 y viernes 29 de marzo en el atrio de la Parroquia de San Martín Obispo.
Otro destino de interés es Temascalcingo, un Pueblo con Encanto que celebra una representación de la vida y muerte de Jesús de Nazareth, una tradición que cumple 49 años. Esta representación incluye el emotivo acompañamiento de los Crucíferos, habitantes del municipio que cargan cruces de madera durante el Vía Crucis.
La cita para presenciar esta emotiva representación es el 28 y 29 de marzo en la explanada de la Parroquia de San Miguel Arcángel y calles aledañas. Con estas opciones, el Estado de México se posiciona como un destino destacado para quienes buscan vivir la Semana Santa de manera significativa y espiritual.
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