Tres y hasta 4 de cada 10 obras de construcción en el Estado de México presentan algún accidente en su ejecución relacionado a descuidos, falta de uso de equipo de protección o incluso movimientos inesperados de la tierra.
El índice de siniestralidad en procesos constructivos es uno de los retos más importantes que se tienen en la materia, que si bien en algunos de los casos son incidentes menores en otros pueden resultar muy costosos e incluso derivar en procedimientos judiciales hacia el patrón.
Adolfo Castillo Huanaco, Presidente de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción en el Estado de Mexico indicio que cada empresa es evaluada dependiendo de un análisis por el tipo de riesgo en cada obra.
Los más frecuentes son por la ejecución de obras carreteras en donde pese a la señalización que se coloca muchas veces hay exceso de velocidad o no respetan la señalización; en segundo sitio se ubican los accidentes de altura, es decir cuando el trabajador usa andamios de 5 y hasta 10 metros de altura y que por incomodidad muchas veces los colaboradores no usan el equipo de protección.
En tercer sitio se cuentan los accidentes en talud o por movimientos de tierras, socavones o dónde hay muchas fugas o filtraciones dentro de la tierra que son difíciles de detectar.
Los riesgos son analizados y evaluados por el Instituto Mexicano del Seguro Social para detectar los riesgos de trabajo e incluso el costo de las pólizas a cubrir.
“Llevamos una bitácora donde se asigna equipo y se tiene que firmar todos los días por el trabajador, si dentro del peritaje de que llega a pasar algo y el trabajador firmó pero no lleva el equipo no hay sanción para el patrón, de lo contrario el escenario puede ser mucho más complejo”
Recordó que finalmente se trabaja con personas y eso siempre tiene un rango de error sin embargo se cumple con las normativas y el plan de prestaciones sociales.
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