Durante el tercer día de actividades de la Jornada del Agua, Leonardo Amores, director General de Proyectos Especiales de la Secretaría del Agua, abordó la necesidad de un cambio de paradigma en la gestión del agua, alejándose del modelo neoliberal y extractivista hacia un enfoque más humanista y sostenible.
“Hoy en día, estamos rebasando, desde la era preindustrial, las temperaturas medidas históricas. Esto debería ser muy alarmante, demasiado alarmante, porque realmente lo que provoca en el país y en el mundo, traducido de forma regional, es tener lluvias cada vez más fuertes en poco tiempo y cada vez espacios de sequías más largos.
“Esto significa que los recursos naturales y el ciclo hidrológico están cambiando de una forma drástica. ¿Qué esperamos realmente con este cambio de temperatura? Que los lagos o los cuerpos de agua superficiales, que eran realmente perennes, se vuelvan intermitentes.
“Es decir, en el futuro inmediato vamos a ver que se nos van a empezar a secar las presas, los cuerpos de agua, los lagos, los ríos. Y hay que estar preparados para esto. Es por eso que es imperante dejar atrás el modelo extractivista, que es depredador. Hay que girar hacia un modelo más humanista que contemple a la sociedad y que contemple este giro radical en la forma de gestionar el agua.”
Destacó la importancia de adaptarse al cambio climático y sus efectos, como la variabilidad espacial y temporal de las lluvias y el incremento de las temperaturas.
En el Estado de México afirmó, se han perdido lagos con el incremento de la mancha urbana, y se ha destruido la naturaleza al querer sacar toda el agua de la cuenca, por lo que, todos estos cuerpos de agua tienen que recuperarse, porque es la única manera que tenemos para combatir el cambio climático y para ofrecer un abastecimiento de agua de calidad.
Bajo este concepto una de las estrategias que tiene la secretaría del Agua, informó, es empezar a recuperar los grandes cuerpos de agua el lago Tlahuac-Xico, de Texcoco, la laguna de Zumpango, las Ciénegas del Lerma y la presa de Villa Victoria.
Para ello, se tomarán los grandes picos de lluvia que se generan dentro de la cuenca, para regularlos en los grandes cuerpos de agua, tratarlos con acciones naturales con humedales, flora y fauna; y posteriormente utilizar el agua.
Este modelo de recuperación se dirige hacia el abastecimiento de agua, y además tiene otros componentes como el desarrollo de empleos dentro de la región, en un proceso de multipropósito para que el costo beneficio por metro cúbico de agua, sea superior a cualquier otro modelo.
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