Hoy viernes 22 de marzo se conmemora el Día Mundial del Agua y hacerlo hoy significa abordar la escasez, especialmente en regiones áridas o afectadas por la sequía; su contaminación -tanto industrial como agrícola y urbana que hace el agua sea insegura para el consumo humano-; el acceso desigual, ya que muchas comunidades sufren de agua potable y problemas de infraestructura y gestión para almacenarla y distribuirla, la necesidad de políticas efectivas de conservación y uso sostenible. También debe mencionarse al cambio climático que está afectando los patrones de precipitaciones y la disponibilidad de agua en muchas partes del mundo.
El lema para este año es “Agua para la paz” y esto alude a que, cuando el agua escasea o está contaminada, o cuando existe un acceso desigual o nulo, como acabamos de señalar, pueden aumentar las tensiones entre comunidades y países. Y es que no hay que olvidar que en algunas regiones, los ríos y cuerpos de agua atraviesan fronteras internacionales, lo que puede generar problemas entre vecinos por el control del agua; igualmente que los diferentes sectores, como la agricultura, la industria y el consumo humano compiten por acceder a los recursos hídricos disponibles. Las confrontaciones por agua amenaza a su vez la seguridad alimentaria,
Lla estabilidad política, el medio ambiente y el desarrollo humano. Falta un enfoque holístico o integral alrededor del agua: conservación, gestión e inversión.
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